jueves, 22 de enero de 2009

Updating 22/01/09

Qué le hago si mi pulso no quiere mas que escribir tu nombre? El desasosiego del corazón es el que marca la pauta que me lleva hacia donde tú y yo desamparada, que recorro la ciudad mil veces como si no supiera a donde quiero ir, tratando de escaparme de la respuesta que se que terminará en tus pies. Vago y vago y trato de olvidar para guardar el secreto en lo profundo de la memoria, en donde lo olvidado toma su lugar y se convierte en un espacio muerto y así muerto inaccesible.
En donde aquel verano, caluroso y vertiente de alcohol no sea mas que un verano con alcoholes y ventarrones… hoy me acuerdo de aquel día y de las cajas de cigarros y me acuerdo de ti. Qué le hago ahora a mis ojos que están hablando, que están mojando las ansias y palpita sobre la piel el encanto de tus pupilas encendidas, las que creí mías un momento, las mismas que sin duda ardiendo siempre están. Ja! Aquí viene la ironía: que no se encienden por mí.

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