viernes, 30 de enero de 2009

III. Fue de noche tu partida (Coplas sin sentido y mal entendidas)

Yo te prometí ser tu vidente
En las noches en las que, con agonías te batías
Entre el azufre de los infiernos
Y los inviernos con velos de melancolías.

Y juré ser un escudo
Con la luz de las estrellas reposado,
Juré ser tu soldado, tu reina, tu vasallo,
La partida de póker en tu mano
Y el hueso de las aceitunas de tu plato.

Tú juraste, muy en vano,
Que no me dejarías ni un sólo día;
Aunque debo decir que fue justa tu profecía,
Pues con la mano sobre la llaga,
De noche fue tu partida.

Y me quedé siendo entonces
La paleta sin pintor, vacíos versos de poeta
Sobre la cripta del mayor.

Y ésta es mi cripta ahora, y sobre ésta mis poemas
Y mi boca, duerme (a) diario, de aceitunas sin hueso llena.

miércoles, 28 de enero de 2009

II. En esas noches de bares (Coplas sin sentido y mal entendidas)

En esas noches de bares,
De luciérnagas fugaces, de faldas que se vuelan
Con el humo del tabaco,
De caballeros presentes con muy buena memoria,
Con bombines, jilipollas
y billetes en la mano.

En esas noches de bares
Donde la mala vida se asoma,
Mala no por asesina, mala la puta carroña
Que ni en la cabeza ni en la boca
Sincera su crianza
De hombres lobos y mazorcas.

Lisonjas de mala muerte!
No por yacer sin vida sino que la vida desaparece
Sin darse por bien advertida,
Y sin advertencia llega la muerte
Por una sucia movida, de una bala latente
Que nunca sella la herida.

Por una tierra que grita
Con labial rojo en la boca,
con un goce inerte en la frente y la falda
muy, pero muy corta.
Que a rastras camina a lo largo
Con esos tan altos zapatos, y ese pelo tan lacio
Y un lunar por la boca.

En esas noches de bares, bombines y mazorcas;
En esas noches de luna, donde la luna se compra,
Do el día se avecina con ínfimas compañías
Sólo los perros rechazan el olor a basura podrida,
Y son sólo ellos los que cantan
Y sólo ellos las dudas asesinan.

martes, 27 de enero de 2009

I. Ahi nomas p'al desquite (Coplas sin sentido y mal entendidas)

Cuando supe vida mía
Que tu vida no sería más mía,
Y me quedaría con la vida puesta
En la puerta del jardín,
Esperando aquel verano
Y las lluvias del seco abril
Mientras el otoño pudría el centro,
Como un infeliz gusano,
De este tronco atalayado,
Arañado y usurpado por las ganas de matar.
Dejé de buscar excusas
Para seguir, ferviente, bebiendo,
Pero sólo en honor a tu nombre,
Mas no con ahínco y aferro
De quienes buscan en el líquido fresco
El inicio cualquiera de un vago verso,
El sabor insoportable de un ebrio beso
Y ebrio de ganas, un muy buen sexo.

jueves, 22 de enero de 2009

Updating 22/01/09

Qué le hago si mi pulso no quiere mas que escribir tu nombre? El desasosiego del corazón es el que marca la pauta que me lleva hacia donde tú y yo desamparada, que recorro la ciudad mil veces como si no supiera a donde quiero ir, tratando de escaparme de la respuesta que se que terminará en tus pies. Vago y vago y trato de olvidar para guardar el secreto en lo profundo de la memoria, en donde lo olvidado toma su lugar y se convierte en un espacio muerto y así muerto inaccesible.
En donde aquel verano, caluroso y vertiente de alcohol no sea mas que un verano con alcoholes y ventarrones… hoy me acuerdo de aquel día y de las cajas de cigarros y me acuerdo de ti. Qué le hago ahora a mis ojos que están hablando, que están mojando las ansias y palpita sobre la piel el encanto de tus pupilas encendidas, las que creí mías un momento, las mismas que sin duda ardiendo siempre están. Ja! Aquí viene la ironía: que no se encienden por mí.

Las flores (de la vieja escuela)

Cuantas páginas no fueron destinadas a tu pelo
Y tu sonrisa mi tinta recargó
Mientras la fuerza de la pluma, la empuñadura
La dictó, de tu garganta, la voz.

Este desamor que no hace más nada que vibrarte
Me pregunta una vez más quién soy yo,
Qué fue de las migajas que dejaste
Enfrente de de las flores del jarrón.

Después me pregunta por las flores,
Que si por qué callan su canción
Y las hojitas que se les van cayendo
Tupen sin ningún resplandor.

martes, 13 de enero de 2009

Muñequitos de plomo

Los muertos lloran a sus muertos
sobre le tierra, en sangre;
agonizante tierra prometida.
Deshojan flores y cantan himnos
que los llevarán al final de sus caminos.

La bala abre su estómago vacío
y traga los suspiros, tragedias;
Se cae el mundo sobre el mundo,
y el paso firme que no tiembla
ciega la terquedad errante,
que nunca, nunca piensa.

El estómago vacío son ahora los ojos
que desangran con su pena su desollado corazón...
-Qué impotencia! Qué tragedia!-
resignados, pues la decisión la tomó Dios.

Enajenados van danzando, aguantando
como pueden su dolor,
y nosotros enajenados vamos mostrando
la espalda al otro lado del cañón.

Yo recuerdo que soñaba

Yo recuerdo que soñaba y la luz se me venía de golpe,
El corazón se me salía mientras el agua que mi cuerpo esconde
Emanaba de rincones inexorables antes de ser fluido.
Y sentí una gota fría en mi ombligo
Y un ardor fulminante que me hacía saltar del precipicio
y mientras suave caía, suave era el bastión que me embestía
y como bestia se tornaba desde adentro
y comiendo desde dentro me dolía.
Un suspiro, un pinchazo placentero y los ríos
Desbordantes de mi cuerpo se exaltaron.
Se perdieron, me gritaron y yacieron calmos bajo el cielo.
Yo recuerdo que soñaba todo esto,
Y seguro es que dormia contigo.

Vida

En el claro crepúsculo circundante
La aureola de de mi pecho te ha esperado,
Mientras amamanta Hera, a los vientos
Que te han de traer galopando tras su encuentro.
Cuando toque la luna mi cabello
Estarán las primaveras listas en mi cuerpo
Y tu cuerpo, tibio, ha de encarnar
Un nuevo señuelo dentro del cuerpo mío.

lunes, 12 de enero de 2009

Qué sabes tú de amor?

Qué sabes de amor tú corazón,
Si no le bebes el agua que deja tras sus pies?
Si no le acaricias la sien y las entradas,
Si le recuerdas apenas divagando?
Qué se yo de amor entonces,
Si soy incapaz de retenerte,
Si sólo te veo en mis entrañas,
Si dejé de buscarte por temor a encontrarte?
Que sé! Dime tu si no es suficiente!
Si no vale soñar con sus labios sin haberlos evocado!
Esperar por la piel que nunca he de tocar,
Imaginarme en sus ojos, oh! Esos sus ojos,
Enormes, marrones como la tierra que pare,
Que da vida, que va al sol.
Que soy entonces ya sin tu cuerpo
Que nunca tuve, que siempre quise,
Que soy sin la entrega que te prometí
Y que nunca cumpliré,
Que serás tú entonces, dímelo alma mía
Si te me fuiste de la cama mucho antes,
Antes de haber nacido.
Quien será sino tú desconsuelo
El que me recuerde que es el peso diario
Del corazón que late, que se entrega
Y se desolla sin ser oído,
Aún peor, siendo asesinado!
Quien será sino tú, celos, par de senos,
Los que me degraden cual insuficiente
frente a la emperatriz
De esos que yo soñé mis ojos.
Y quienes serán sino estos ojos
Los que te recuerden
Y me hagan dormir llorando,
Por las lágrimas acurrucados…

domingo, 11 de enero de 2009

status 12/01/09

Esto que no será nunca tuyo,
que no alcanzarán tus manos
ni tus labios dirigirán algún suspiro.

Esto que desencadena mis visiones,
de las que te vuelves el protegido
y me trae vigilias: a ti encendido.

A mí encendida frente al yugo,
fuente a mi anestesia, carente de sentidos
y frente a frente contigo, como nunca te he tenido.

Como siempre lo he bebido
de los sueros de otros cuerpos,
como siempre me has tenido, atada lejos de tu pecho.

Esto que está destinado a guardarte eternamente,
a soñarte, a sentirte
a esperarte intensamente.

miércoles, 7 de enero de 2009

Updating

Hoy me desperté con la boca amarga,
El peso encima y el sudor cansado,
me levanté buscándome en el espejo
y el viejo (espejo) me escupió tu imagen.

Quería hacerme mía pero tus ojos pesaban bastante
Y tus brazos, que no me soltaban, estaban cosidos con los míos;
Intenté hacerme tuya pero la terquedad de la que soy dueña
Trazó fronteras y se despidió con un beso imaginado,
Pintado en la oscuridad de la inconsciencia,
Abandonado en las húmedas secreciones del alma.

sábado, 3 de enero de 2009

No esta terminado pero necesitaba guardarlo

- ...No sé D...., estoy muy a gusto allá, me la paso a toda madre y desde el principio yo sabía que toda la gente que conociera allá iba a estar sólo por ese periodo, que no iba a pasar de ahí. Las relaciones son chidas, te la pasas muy bien, pero está ese ambiente en la atmósfera de aparente imposibilidad de "pertenencia" con una perfecta adaptación, como si todo fuera fugaz, sobreentendido, con mucha ligereza y poca relevancia...

Esta era yo, no quejándome pero sí como siempre melancólica, de la facilidad y aparente trivialidad de las relaciones (que no deja de ser agradable) en mi actual ciudad de residencia.

- La insoportable levedad del ser.- Dijo ella.

En ese momento me puse a recordar a Milan Kundera, a Teresa, a Tomás y a la irresistible Sabina... Los recordaba apenas pues hacía ya dos años que había sudado con ellos y padecido sus interminables celos, fluidos, pasiones y su carrera de pensamientos. Recordé a Sabina poniéndose el sombrero casi desnuda entre el espejo y las pupilas de Teresa; recordé la exquisitez de su cuerpo y las manos de Teresa estrujadas, mordiéndose las ganas. Pero apenas me trasladaba a los matices y a los brillos, a los cuerpos y a las heridas. Fue entonces cuando decidí que era tiempo de abrir de nuevo el cajón y sacudir eso tan preciado que comenzaba a colarse, muy subjetivamente, en mi realidad.
¿Peso o levedad? La misma cuestión que aturdió a Tomás empieza a sacudirme. Esa levedad en las relaciones, con el vaivén de situaciones tan ligeras, las palabras y los besos y las manos corriendo por los cuerpos. La facilidad con que las lenguas se entregan en las diferentes circunstancias no sólo acariciando con palabras, maldiciendo, mintiendo y deseando y al final nada se hace trascendente. Al final todo se queda encapsulado. La facilidad de abandonar todo eso sin culpa ni gloria también es muy atractiva. Hacer y deshacer por un instante sin peso sobre los hombros es un privilegio del que nadie puede negarse cuando se tiene la oportunidad; jugar a que no hay un mañana ni un a quién. A ser por un instante parte de todo pero sin amarrarnos a las raíces. Todo es ligereza, nada es trascendente pues todo vuela, no se amarra, no se siembra y sigue volando… todo se olvida. Todo lo que fue quedó en la lápida del segundo que lo dio por terminado. Entonces “somos libres” y nos alejamos volando hacia nuestra libertad y nuestra vida sin ataduras nos aleja de la tierra mientras el peso nos contrae hacia ella. Ay, ese peso del que tanto tratamos de deshacernos es nuestra ancla al mundo! La plenitud de sabernos vivos o el temor de creernos muertos. La terrenidad de nuestro cuerpo no pudo terminar con las ganas de volar de nuestras almas y siendo esta gas, por ley natural sucumbe y levita y se dirige hacia arriba.
Cuánta contradicción encierran los humanos y la guerra que le dejan a la conciencia, que entre más se tiene se vuelve más pesada y más nos sigue anclando.

I. Breves confesiones

El aire se hace más espeso cuando te recuerdo y me recuerdo esquivándote la mirada y ahora que trato de huir de este viento, me apresa la memoria, me lo impiden los espejos. Me lo encara el segundo aire que viene desde ti sofocado, que viene desde mí padeciendo, que viene desde lejos llorando. Que viene desde lejos danzando y amenazando cuando se me clava en la mirada el pavimento. Cuando se acercan al precipicio los asuntos que le conciernen a la conciencia me vengo dando cuenta de que esta apareció ya de regreso y me dejó agujerada el alma, casi tanto como la recuerdas tú desde aquel encuentro.
No pregunto ya porque no me interesan las respuestas; no puedo hacer mucho cuando descubro que los lazos crecen desde más profundo, que cuando me despego de ti te recuerdo y cuando te recuerdo no te había soñado todavía y si me descuido somos uno mismo y cuando lo descifro ya te fuiste de mi lecho.
Te confieso que no es en ti en quien pienso cuando tengo ganas de amar y te condeno cuando te digo que en mis remordimientos eres tú quien le echa más madera al fuego.

Status 03\01\08

Sequia mental, ahogo emosional.