una luna y dos luceros en la frente
confundiendo yo tus besos
una cama, mis deseos
y una noche de portal;
una manta, dos cervezas, mis ideas:
heroísmo, obelisco que enmaraña la fugacidad.
una luna y dos luceros
tierra fértil a sembrar
contoneo de caderas,
una espalda a contrapecho
que se eriza al explorar.
sigo pasos por la noche
que en el día extrañaré,
oigo voces encendidas
de las que nunca escaparé
una luna y dos luceros
aparecen en mi cielo,
que lo pintan las estrellas
en nocturna soledad;
perdido entre planetas,
asaltando las cometas,
despegado de la tierra
menos cerca del umbral,
alumbrante sol que había brillado
luz extinta: oscuridad.
una luna y dos luceros
anhelantes por vivir.
Una luciérnaga apagada
Hace 5 años
1 comentario:
te la rifaste
quedo bien y eso que aun falta...
siguele dandole
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