viernes, 20 de abril de 2012

A dónde fuiste, amor mío,

Niño que fuiste todo mi vivir,

Que sin decir nada has desaparecido

Y con el corazón dañado me haces seguir.


Dónde dejaste todas tus caricias,

Manos que eran mías y que mi cuerpo tocaban,

Como ama mi alma esas manos

Que la dejan toda loca, deseando que pronto vuelvan.


En dónde me guardaste ese cariño mío

Cuándo fue que me secaste. Dónde te escondiste

Sin avisar que te ibas, por qué me haces quererte

Para irte al siguiente día.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanto dolor se lee y me haces sentir dolida. Quién eres? cuántos años? cuántos desengaños?
No tienes quien te quiera? acaso, te quieres tú?
Si, es cierto: muchas veces tenemos sexo esperando que después llegue el amor. No nos atrevemos a experimentar a la inversa: que el amor nos lleve al sexo. En este tiempo no hay tiempo y el amor lo requiere.

hera dijo...

Pues soy en parte lo que muestro aquí y muestro aquí lo que quiero que se sepa de mí. Lo que hay detrás, siempre es una incógnita presente incluso para mí. ¿Quién eres tú? Encantada de conocerte, aunque me parece un poco injusta- y graciosa- la pregunta acerca de si alguien me quiere o yo misma lo hago.... puesto que no se trata de eso. En fin, una vez más, un placer. Seguimos.