lunes, 30 de abril de 2012

V


A una flor que madura le han arrancado los gajos,
Le sacaron las entrañas, las raíces al árbol,
Desmenuzaron sus hojitas y rompieron sus ramitas;
No queda ya en el fruto ni una sola semilla.

¿Dónde está el labrador que por hecho u omisión permitió que a esta criatura se le agriara el corazón?

1 comentario:

williams quijano dijo...

Fuerte realidad... Grotesca y quisiera saber donde estaba su labrador y porque permitió tan ruil Azaña