martes, 19 de agosto de 2008

A Federico

No es mentira que te diga que te quiero
Y que detrás de mis cuencas pasee tus ideas
Y las traiga de regreso aún sin entenderlas una vez.
Tal vez no las entienda ni una, ni dos, ni tres…
Puede ser que no te alcance nunca,
Que te me escurras de las manos,
Te me corroas por los dedos y no te toque
Ni siquiera con las puntas de mis uñas.
Tal vez es que no te merezca.
Dentro de este subconsciente acelerado
Prefiero recordarte todavía medio curveado,
Protegiéndote de mí o del mundo,
Todavía medio sofocado, todavía con memoria.
Prefiero revivirte a mi lado en recuerdos
E ir caminando juntos por la calle locamente
Revoloteando en la imaginación de quien nos juzga,
De aquellos que no nos entienden (o que dejaron de hacerlo)
En el punto de tus ojos sobre mis labios
Al equilibrio de tus pasos
Que te llevan bailando en el quita y pone de la inspiración
Que a mí me crea el sólo hecho de verte
Y que te traes en la sutilidad sobre tus hombros.
El sentimiento dormido que habita tras de ti,
Que se esconde entre las puntuaciones de tu aliento,
En los que me desvivo por descubrir.
Te quiero todavía Quijotesco, reservándote el silencio y el derecho de admisión,
Te quiero acariciando con tus formas mi interior.
No es mentira que entre todas mis proezas
Un susurro te reafirme que estoy enamorada de tu ser.


Gracias por ser el mas espectacular de los amigos y el mas soñador de mis colegas en la humanidad. Te quiero.

No hay comentarios: