jueves, 6 de noviembre de 2008

Desde entonces.

He buscado por noches
La manera de cantarte,
Y mis días transitan
De los puertos a la memoria
De éste infinito mar que
Sucumbiste con tus manos
Y del que bebiste casi todo con tu boca.

He inventado palabras para llamarte hoy
Que no te encuentro,
Y me bufa el corazón
Al no encontrarte nunca,
Sobre la ventana yo, mojada,
Y el silbido que retumba
Haciendo que las ruecas crujan.

Te he sentido recostado
Sobre el cuerpo mío,
Te he gozado con mis manos
Desde el cielo hasta el delirio;
Descompuse muchos versos
Y compuse aún más mentiras
Jurando que seguías
Después de haberte descubierto
Enjugado en ausencias y melancolías.


(A...., gracias por haberme tenido esa noche, y hacerme sentir amada aunque sólo durase lo que una luna, aunque fuese en parte una ilusión. Porque fui un pétalo entre tus dedos y me quedé prendida a la zolapa de tus ojos, fui carmín y tú te dibujaste para mí. Suerte compañero y que la vida te acompañe.)

2 comentarios:

juanxon dijo...

muy bueno
sigo de entrometido en tu blogg
me gusto mucho este escrito
esas noches de una luna
a veces parecen que duran para siempre

hera dijo...

o a veces quisieramos que duraran para siempre... que no es lo mismo pero es igual.