domingo, 7 de septiembre de 2008

Eternidad

Trato de vencer la eternidad cigarro en mano,
Extrañarte así debería ser prohibición,
A donde vaya divagando vuelvo a recaer en tus entradas
Y se me vuelca el hueco que me queda en el pecho,
Justo arriba del ombligo, naciente de placer.
Carente de creatividad me confieso,
Pero incesante de dibujarte a color, en blanco y negro,
Frío o tibio. ¿Desde dónde? Qué sé yo…
Desde tu impetuoso balbuceo, o desde la ventana donde estoy
Quizá no llegué hasta la luna
Pero ¿qué quiero de allá si ahí no estás?
Querer así debería ser sufragio, condena, suicidio ¡Una revelación!
Una advertencia al jinete galopante, que se enfrenta a revolución.
¡Amordazamiento a la propiedad privada del corazón!
Que ya se declaró estacionario en el vértice, en la vertiente que le creas a la razón.
Que la confundo ahora con mis sueños y los sueños, sueños son;
¡Sueña Hera, sigue soñando! Amamantando el anhelo de calor.

Espero cada día taciturna por si de repente apareces
Y la aparición no llega nunca, un breve acercamiento y nada más.

Quererte así es ya demasiado, y aún así
No paro de dolerme en la distancia
Que de mi ventana a la luna es infinita
Y la eternidad inalcanzable con sólo una cajetilla.

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