jueves, 18 de diciembre de 2008

Paréntesis

El tiempo que tengo es corto, y no lo digo metafóricamente, de hecho es muy literalmente y no sé... sólo necesitaba un tiempo para recordarte, para recordarme a mí que sigues existiendo tan fuerte y jurarte frente al papel.
Son cosas qué pasan no? A veces me canso de buscarte y de repetirte y de recordarte; me cansa estarte trayendo tan sucesivamente y hacer de todo lo que hago un reflejo de lo que hay de ti en mi cabeza. Es extenuante... podría intentar hablar de lo que fuese, de un vaso, de la tierra, de la terquedad con que los hombres boicotean los intentos de los otros e infinidad de cosas más, que podrían ser más simples o más profundas.
Te has vuelto mi fantasma, uno más en la larga trayectoria de entes innombrables, apesadumbrantes y torturantes que viajan, que vienen y van acosándome. No es reproche. Es más que nada hacer conciencia de lo que representas. Tal vez, algún día el fantasma deje de espectro y se vuelva realidad. Tal vez nunca; tal vez termines (o continúes) siendo una infame posibilidad de antaño, un posible antiguo curso de mi existir, una compañía en lejanía o en el último de los casos un infinito reproche a mi incapacidad de voluntad.
Se me acaba el tiempo, a clases... un abrazo donde quiera que te encuentres...

1 comentario:

juanxon dijo...

me gusta
no se a donde vaya dirigido
pero yo le doy curso a mis fantasmas
tan lejanos
pero tangibles a la emocion
un abrazo a ti